martes, 31 de enero de 2012

EL MUNDO EN 1870: LA SINCRONIZACIÓN DEL TIEMPO

Seguro que en algún momento has escuchado alguna expresión de este estilo: "Sincronicemos los relojes". E inmediatamente aquellos que la han escuchado pondrán su reloj a la misma hora, al mismo tiempo. Pues eso es algo parecido a lo que debemos hacer a la hora de estudiar un período histórico: saber que en un momento determinado se pueden desarrollar diferentes procesos históricos, que pueden influir o interactuar con otros que se desarrollan al mismo tiempo.

Pongamos otro ejemplo. Cuando vemos un mapa, en nuestro caso histórico, parcelamos una parte de él. ¿Por qué, a veces, nos empeñamos en ver el conjunto como una simple suma de pequeñas piezas? O ¿Es que acaso está formado por piezas a modo de puzzle que solo pueden ser comprendidas individualmente?. Bien, pues entonces pensemos que una modificación de una parte de él puede provocar una interrelación en otra parte.

Ahora que hemos contextualizado el tema vamos a aplicar el concepto de "historia sincrónica" a una época histórica: la segunda mitad del siglo XIX.  Sobre un escenario general que puede ser el mapa de 1870 situamos el contexto económico: la época del "gran capitalismo", el capitalismo financiero y la II Revolución Industrial. Como consecuencia directa de ese desarrollo económico nos encontramos con la revitalización del proceso de extensión colonial. Y finalmente en las relaciones internacionales situamos la etapa de los sistemas bismarckianos, en los que la nueva Alemania unificada, ejercerá de árbitro en las relaciones internacionales. Así nos encontramos con los siguientes régimenes políticos.


En Gran Bretaña es la época de la sociedad victoriana, la ampliación del voto, la hegemonía económica y la formación del mayor imperio colonial.

En Francia, la derrota del II Imperio de Luis Napoleón que tanto había ayudado a los nacionalismos dio paso a una nueva república tras la experiencia obrera, revolucionaria y socialista de la Comuna de París. El nuevo régimen de la III República nacido de la humillación tras la derrota frente a Prusia, aislado por la acción de Bismarck,  se volcará en el desarrollo económico y en la extensión colonial.

El II Reich alemán, nuevo régimen semiconstitucional pero formado como un imperio de tintes tradicionales, se configuró como un estado conservador pero de importantes avances sociales, sobre todo para calmar a las masas obreras procedentes de su importante desarrollo económico.

El imperio Austro-Húngaro, la monarquía dual  de carácter pactista y parlamentario, se había configurado tras la expulsión de Austria de las grandes unificaciones aceleró su proceso de expansión hacia los Balcanes.

El otro imperio conservador, el ruso, comenzó un proceso de modernización económica, con la entrada de capitales extranjeros y de transformación social con la emancipación de los siervos. Aunque el desarrollo de un régimen más o menos liberal no se desarrollaría hasta principios del siglo XX. La autocracia zarista se expandió hacia el Caúcaso, Asia Central y el Extremo Oriente.

De esta forma los antiguos imperios herederos del Antiguo Régimen se adaptaron de una manera u otra al parlamentarismo, aunque mostraron sus desavenencias en algunas regiones como los Balcanes, en la denominada "Cuestión de Oriente".

En el imperio otomano, la penetración de las potencias europeas y la independencia de diversos estados balcánicos marcó la aceleración de su decadencia y descomposición.

En Italia culminó su unificación con la conquista de Roma y su enfrentamiento con el catolicismo. Inmediatamente desarrollaron un política colonial hacia el Mediterráneo, aunque su desarrollo económico no se había extendido nada más que hacia el norte.

En España llegó a su fin el reinado de Isabel II, que había consolidado el liberalismo, y la la gloriosa Revolución trajo la monarquía efímera de Amadeo de Saboya y la I República, en el período denominado del Sexenio Revolucionario. Su fin vino con la Restauración borbónica. 


Estados Unidos después de la guerra de Secesión desarrolló un proceso de Reconstrucción y de aceleración del proceso de expansión hacia el Oeste. Fortaleció las bases democráticas del estado americano y se asentó como gran potencia económica e industrial.

En Japón se desarrolló un proceso de occidentalización y de modernziación económica y política que dio por finalizado el shogunato, el feudalismo japonés, con el comienzo de la era Meiji.

En China se desarrolló la penetración extranjera y la decadencia de la dinastía manchú.

En Latinoamérica se desarrollaron diversas dictaduras militares, guerras fronterizas y la penetración imperialista (de control económico) de Gran Bretaña y Estados Unidos. Se integrarán en el mercado mundial como suministrador de materias primas y consumidora de productos industriales o manufacturados

En el blog tienes un enlace para estudiar las relaciones internacionales entre 1850 y 1870. Pincha aquí.

Teodoro Fernández

No hay comentarios: