sábado, 14 de enero de 2012

ENTRE PÁGINAS: Vida e insólitas aventuras del soldado Iván Chonkin

Vida en insólitas aventuras del soldado Iván Chonkin, de Alexánder Voinóvich.

Libros del Asterioide, Barcelona, 2006

Número de páginas: 354, incluido el prólogo.


La novela narra las aventuras y desventuras de un soldado del Ejército Rojo encargado de custodiar un avión que ha realizado un aterrizaje de emergencia. Olvidado por la burocracia y la jerarquía militar durante la invasión alemana en la Segunda Guerra Mundial, Ivan Chonkin, el protagonista, tendrá que acostumbrarse a vivir en una aldea y su koljós. A lo largo de los días irán apareciendo los diferentes elementos componentes de la sociedad soviética, teñidos de un aspecto crítico y satírico, incluso de mofa y burla.


La burocratización, la improductividad, la ausencia de empatía, la pobreza, la crítica al sistema soviético en definitiva pasan a través de los diferentes acontecimientos que debe vivir el soldado olvidado hasta el tragicómico final.
Voinóvich perdió la nacionalidad soviética y tuvo que exiliarse de la URSS pero dejó un magnífico relato novelado que ha sido adaptado al cine en 1994 por el director checo Jiri Menzel.

Presentamos algunos fragmentos para acercarnos a una novela de fácil lectura     :

Página 70-71 
Presentación de Gladishov, almacenero del koljós donde aterrizó el avión que custodia Chonkin:

"Cada vez más turbado y sin saber qué hacer, determinó Chonkin recurrir al consejo de una persona de reconocida inteligencia. Y el hombre en cuestión resultó ser Gladishov, el vecino de Niura...Los conocimientos acumulados por Gladishov podrían haberse quedado arrinconados inútilmente en su mollera de no ser por la Revolución de Octubre, que liberando al pueblo de una esclavitud que no conocía límites, dio a todos y cada uno de sus ciudadanos la posibilidad de escalar las resplandecientes y pétreas cumbres de la ciencia....Hasta hay quien dice (aunque en la actualidad esto resulte difícil de comprobar) que fue el mismo Gladishov el primero en emitir la hipótesis acerca de la índole artificial de los satélites de Marte.
Pero al margen de estas ideas incidentales, alentaba Gladishov otra a la que, a causa de la naturaleza, había decidido consagrar su vida, inmortalizando con ella su nombre al mundo de las ciencias... había concebido la creación de un híbrido de patata y tomate, es decir, un suerte de planta que en su base tuviera tubérculos de patata y en su parte aérea diese, simultáneamente, tomates. Dados los tiempos memorables en que se estaba viviendo, Galdishov bautizó el híbrido con el nombre de CAMINO HACIA EL SOCIALESMO, cuya sigla, CHS, había acronomizado como camasho, y se disponía a difundir su experimento por toda la zona del koljós, pero le denegaron el permiso y hubo de ajustarse a los límites del propio huerto. Ésta era también la razón de que los tomates y las patatas tuviera que comprárselos a los vecinos.
Aunque estos experimentos no habían dado resultados tangibles hasta entonces, algunos rasgos característicos del camasho estaban ya a la vista: hojas y tallos presentaban cierto aspecto patatero, mientras que las raíces eran sin duda las de la planta del tomate."

Página 126-127
Descripción del ambiente y vida cotidiana en casa del funcionario y "seleccionador" científico Galdishov y su esposa (a la que llama Afrodita) con una invitación a Chonkin (al que llama Vania).

"Pues bien Vania (Chonkin), estamos acostumbrados a considerar con gran repugnancia los excrementos, como si se tratara de una cosa nociva cuando, si se recapacita, resulta ser, tal vez la más valiosa de todas las sustancias que se encuentran en la Tierra, ya que toda nuestra vida procede de los excrementos y en excrementos se convierte.
¿Cómo hay que entender eso?...
De forma totalmente literal. Juzga tu mismo. Para obtener una buena cosecha es necesario abonar la tierra con excrementos. De esos excrementos nacen la hierba, los cereales y las hortalizas que comemos nosotros y los animales. Estos últimos, por su parte, nos procuran leche, carne, lana y otra serie de cosas. Luego, nosotros consumimos esos productos y los convertimos en excrementos. Y de esta forma se establece una especie de circulación continua, por así decirlo, entre los excrementos y la naturaleza. Lo que uno, entonces, se pregunta es: ¿qué necesidad de consumir todos estos excrementos en forma de carne, leche e incluso pan, es decir, en forma procesada? Y esto da paso a un  razonamiento de todo punto justo: ¿no sería preferible dejando a un lado los prejuicios y la repulsión imaginaria consumir estos excrementos, portentosa vitamina, en su forma pura? En un principio, por supuesto sería factible eliminar su olor característico para más, cuando el hombre se hubiera habituado, dejarlos en su forma habitual...Por lo cual propongo Iván brindar por los progresos de la nuestra (CIENCIA) y, especialmente, por ese genio universal que es el camarada Stalin.
Yo brindo por nuestro encuentro, se apresuró a secundar Chonkin..
Los vasos chocaron entre sí....
¿Que me dices, Vania, de mi aguardiente casero?
Que no hay como el que se obtiene de la primera destilación... ¿Es de trigo o de remolacha?
¡Es de excrementos, Vania! proclamó Gladishow con contenido orgullo.
Chonkin se atragantó...
¡Oh, Dios bendito!, exclamó Afrodita con inenso fastidio. ¡Ya le ha hecho beber a otro su licor de caca! ¿Es que no tienes ya bastante, monstruo pervertido?...
En lugar de escupir podrías llegarte al sótano y traer una manzana macerada... exclamó Gladishov.
¡Pues buenas están tus manzanas del sótano! También esas huelen a caca. ¡Toda la isba huele a lo mismo!

Página 162-163
Discurso de los dirigentes del koljós y del Partido Comunista ante los aldeanos:

"Ahora quiero, camaradas, abordar la siguiente cuestión. Un cuestión dolorosa, muy dolorosa, para todos nosotros. Me refiero al bajo rendimiento de nuestras jornadas de trabajo. Es este un tema cuyo actual aspecto autoriza a rasgarse las vestiduras. Lamentablemente, existen todavía entre nosotros personas que actúan como sigue: esto es mío, y eso otro, del koljós. Y so pretexto de vejez o enfermedades, no quieren trabajar. En lo tocante a esto, el camarada Iliá Zhikin ocupa el primer lugar, habiendo superado un especie de marca personal al conseguir en lo que va de año, un total de cero enteros y setenta y cinco centésimas de jornadas de trabajo. -Animación. Risas. Exclamación de Gladishov: ¡Qué oprobio!- No diré que no comprenda, desde luego, que Zhikin es un inválido de la guerra civil, privado de ambas piernas. Pero lo cierto es que viene especulando con su desgracia. Ni la dirección del koljós ni la organización del Partido están integradas por bestias, y sabemos hacernos cargo de todo. Nadie fuerza al  camarada Zhikin a intervenir activamente en la siega del heno, pero puede ciertamente, trabajar en las faenas de deshierba y escarbadura. ¿Qué le impediría sentarse en un surco y arrastrarse a su aire de mata en mata expurgando la mala hierba?. De esta manera cumpliría con su jornada de trabajo y no tendría que echarnos en cara la ausencia de sus dos piernas"
Teodoro Fernández

No hay comentarios: