lunes, 3 de diciembre de 2012

EUROPA EN EN SIGLO XIV


El mapa de Europa sufrió importantes cambios durante el siglo XIV que unidos a la llegada de la Peste y al desarrollo de la crisis generalizada durante este período contribuyeron a configurar el final del mundo medieval. Veamos una descripción de este mapa:


En la península Ibérica nos encontramos con los cinco reinos: Cuatro de ellos cristianos:  Portugal y Navarra que ya han terminado su proceso de Reconquista; y la Corona de Castilla y la Corona de Aragón, donde sucesivamente llegarán al trono la familia de los Trastámara, con Enrique II (el "de las mercedes") y Fernando  de Antequera, tras la muerte de Martín I el Humano. Esta familia desarrollará el proceso conocido por los historiadores como la "Revolución Trastámara" en los siglos XIV y XV, que consistió en hacerse con el trono de ambos reinos, unificarlos y acercarse al trono imperial.

Castilla se convirtió en el estado peninsular de mayor tamaño y en el más poderoso políticamente, a pesar de verse envuelta en una guerra civil a mediados de siglo. Es el único territorio con frontera con las musulmanes y el encargado de finalizar el denominado proceso de Reconquista.

Aragón desarrolló un política mediterránea, tanto expansiva como comercial. Extendieron sus dominios a las islas mediterráneas y al sur de Italia. Desarrollaron una política comercial tendente a controlar el comercio por todo el mar Mediterráneo estableciendo factorías a través de sus consulados en las grandes ciudades riebereñas.

En el Sultanato Nazarí de Granada se encuentra la última presencia musulmana en el sur de Europa hasta su expulsión en 1492.

En las islas británicas nos encontramos el reino de Inglaterra con los Plantagenet que fracasado el intento de conquistar Escocia por la resistencia de William Wallace y el rey Robert the Bruce intentarán proclamarse herederos de la corona francesa a través del ducado de Aquitania. Ésta intento desembocará en la guerra de los Cien Años (1337-1453). La lucha acabará con la victoria francesa y el estallido de la guerra civil inglesa o "de las dos rosas" (entre la casa de York y la casa de Lancaster, por su origen común en el rey Eduardo III Plantagenet. El resultado final fue el acceso al trono de los Tudor.

En el reino de Escocia los nobles y la Iglesia firmaron la Declaración de Arboath, texto constitucional del reino que afirmaba que los monarcas debían defender los intereses de su pueblo para ser reyes legítimos (una profundización en este tema puede leerse en el blog: http://teo-teoblog.blogspot.com.es/2011/11/la-declaracion-de-arbroath-precedente.html.)

En Francia se produjo el fin de la dinastía de los Capetos y su sustitución por los Valois. El largo conflicto entre Inglaterra y Francia conocido como guerra de los Cien Años se desarrolló entre 1337 y 1453. Entre los motivos están los conflictos entre la monarquía francesa y su vasallo el duque de Aquitania que era el rey inglés. También se entremezclaron los intereses de los reyes de Inglaterra en convertirse en reyes de Francia y la intervención en los asuntos de Escocia por parte del rey de Francia y en los asuntos de Flandes por parte del rey inglés.

En el Sacro Imperio Romano Germánico se publica en 1356 la Bula de Oro que fija la elección del emperador por parte de un Colegio de siete electores: los arzobispos de Tréveris, Colonia y Maguncia, el rey de Baviera, el duque de Sajonia, el margrave (fururo rey) de Brandeburgo y el conde Palatino del Rin.
En el siglo XIV el cargo imperial fue ocupado por la Casa de Luxemburgo.

En el Báltico nos encontramos la potencia militar de la Orden Teutónica y la potencia económica de La Hansa.

Entre los estados escandinavos y Dinamarca nació el estado nórdico y católico de la Unión de Kalmar fruto de la fusión de Suecia, Noruega y Dinamarca que inclucí Groenlandia, Islandia, Feroe, Finlandia y las Orcadas.

El ducado de Lituania sufrió la cruzada evangelizadora de la orden Teutónica. Aunque a finales del siglo se produjo la unión con el reino de Polonia.

El principado de Moscú experimentó un rápido crecimiento territorial.

El imperio Bizantino era uno de los numerosos estados balcánicos recluido en territorio europeo. Debió afrontar la revuelta de los almogávares y dos guerras civiles. En la segunda vió la llegada de los turcos otomanos a Europa en 1354. Sobrevivió por la lucha entre los selyúcidas (mongoles) y los persas sasánidas.

En la Iglesia Católica se desarrolló el Cisma de Occidente. En 1305 el papa (Clemente V) trasladó la sede epicopal a Avignon.

En 1307 el rey de Francia y el papa decidieron abolir la orden de los Templarios debido al enorme poder que ostentaba.

Al sur de Rusia nos encontramos con el estado mongol de la Horda de Oro.

Finalmente destacamos las potencias comerciales de Génova y Venecia en el Mediterráneo.

Teodoro Fernández