Los ciudadanos de la polis eran por definición guerreros, ya que tenían la obligación de luchar y defender por la ciudad de origen. Cada soldado debía pagarse su propio equipo. De esta forma se distinguía la posición social desde la caballería hasta la infantería pesada y ligera, en función de las armas que se utilizaban. Los más pobres participaban del ejército remando en las trirremes.
La vida militar ocupaba un lugar importante y los guerreros más valerosos eran considerados héroes. Morir en combate era un auténtico honor.

En Esparta los hombres consagraban su vida a la guerra y formaban la élite de la sociedad: los espartiatas, que luchaban con unos ciudadanos de segunda llamados periecos. Sus campos de cultivo eran explotados por los esclavos, llamados ilotas. Vivían en comunidad y entrenándose junto a los jóvenes hasta la edad adulta.
En Atenas, la ciudad de la democracia y la filosofía se había elegido a la diosa Atenea como protectora. Esta diosa además de la encarnar a la sabiduría (su símbolo es una lechuza) era una guerra y se la representaba con lanza y escudo.
El entrenamiento comenzaba a temprana edad con prácticas de boxeo y lucha. Cuando adquirían cierta edad usaban armamento.
Existían dos tipos de soldados: el hoplita y el peltaste.
El hoplita o lancero de infantería debía tener unas condiciones físicas importantes para portar el equipo que rondaba los 25 a 30 kilos. Portaba un casco que generalmente le cubría la parte posterior de la cabeza, las mejillas y la nariz, llamado casco corinto, que se remataba de penachos de colores vivos. La coraza que protegía el torso estaba formada por bandas de lino trenzada y era reforzada por placas de metal. La parte inferior de la pierna se defendía con grebas, a modo de espinilleras, llamadas cnémides y realizadas de metal flexible.
El armamento estaba formado por una lanza para el combate cuerpo a cuerpo, una espada corta recta o curva y un escudo redondo de madera reforzado con metal, abombado hacia afuera.
Aquellos que no tenían suficiente dinero manejaban el arco o la jabalina.
Los ejércitos griegos se organizaban en batallones llamados falanges. Algunas llegaban a tener dos kilómetros de largo, por lo que se necesitaban grandes espacios como campo de batalla.
El ataque se hacía a paso de carrera intentando ser los primeros en lanzar los proyectiles, antes que el enemigo. Se enfrentaban en filas cerradas, escudo contra escudo y posteriormente se libraba combate cuerpo a cuerpo. En el momento del ataque entonaba el "pean" un canto en honor a Ares, el dios de la guerra para que les concediera la victoria.
Falange hoplita
Teodoro Fernández
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fear of god
jordans
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