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jueves, 11 de noviembre de 2010

EL ESCENARIO EUROPEO DURANTE LA QUIEBRA DEL ANTIGUO RÉGIMEN

El escenario en el que se desarrolla el proceso de la "doble revolución" en Europa cambio su fisonomía en entre 1770 y 1815. Es el mundo convulso en el que se quiebran las estructuras del Antiguo Régimen. 
A lo largo de la historia contemporánea de Europa ha habido una serie de mapas claves para entender las relaciones internacionales además de los citados en este artículo: 1870, 1919, 1945 o 1990.
Para entender los cambios habidos en esos años y situar los motivos de futura tensión echaremos un vistazo a los tres mapas del período.

MAPA DE 1770

La mayor parte de los estados europeos eran monarquías absolutas, mientras que las repúblicas eran escasas y pequeñas. Además carecían de prestigio aunque algunas habían sido importantes como llas Provincias Unidas de los Países Bajos (donde destacaba Holanda) o Venecia.
El Imperio, Sacro Imperio Romano Germánico, era quien detentaba un status de superioridad simbólica aunque su poder fuera relativo incluso en los límites de su territorio. Su composición obedecía a los acuerdos adoptados en la paz de Westafalia en 1648 y tradicionalmente el título, que era electivo, recaía en la familia de los Habsburgo, que sus dominios patrimoniales de Austria fue aumentando territorios en el valle del Danubio (Bohemia y Hungría) sobrepasando los límites del imperio. 
También en el imperio destacaba otra gran monarquía que la de Prusia, cuyos territorios también se extendían dentro y fuera del imperio.
Por otra parte, este imperio, además de estas dos monarquías tenía otros territorios que en número de cuatro centenares formaban este complejo conjunto, aunque entre ellos destacaban los siete grandes electores (entre ellos Austria y Prusia). Entre ellos había reinos, territorios de la Iglesia, opispados, ducados, ciudades libres...


En el norte se encontraban, por una parte, los dos reinos escandinavos: Reino de Dinamarca (que incluía a Noruega) y el Reino de Suecia (que incluía a Finlandia). Por otra el Imperio de los Zares, Rusia, en un creciente proceso de occidentalización, se hallaba limitado por el Reino de Polonia, pero había comenzado a mirar hacia Asia Central y hacia el Sur (ya que necesitaba un mar de aguas calientes como el Negro y el Mediterráneo).

En el sureste, el Imperio Otomano, de confesión musulmana controlaba la desembocadura del Danubio y dominaba a un gran  procentaje de cristinanos griegos, búlgaros y rumanos. Sin embargo estaba en una delicada situación frente a las apetencias de austríacos y rusos.

En la fachada atlántica se encontraban cuatro monarquías de diferente poderío: la rica y poblada Francia y la monarquía española aún poderosa por sus colonias americanas, ambas bajo dominio Borbón y con una política exterior en común debido a los Pactos de Familia; la monarquía portuguesa, también con posesiones ultramarinas y una política exterior probritánica; y el Reino de Gran Bretaña, tras la unión de Escocia e Inglaterra, escenario de las transformaciones económicas y de los primeros ensayos liberales.

La península itálica se hallaba dividida en tres grandes conjuntos: en el norte se hallaba el reino de Piamonte, antiguo ducado de Saboya, diversos ducados independientes y los terrirorios lombardos bajo influencia austriaca; en el centro el dominio papal en Las Marcas; y en el sur los Borbones en el Reino de Nápoles.

MAPA DE LA EUROPA NAPOLEÓNICA


Varios son los cambios ocurridos en el mapa en el momento máximo poder del imperio napoleónico: 1812. Todos ellos están en relación a la política exterior francesa:

- Asegurar las fronteras de Francia, llevándola a sus límites naturales, o frenando la expansión de aulquier otra potencia. En este sentido podemos observar en el mapa la posesión directa de territorios como el Gran Ducado de Varsovia (ampliado con Galitzia), las provincias Ilirias, Trieste, Croacia e incluso Cataluña, aumentando las conquistas realizadas por la Convención.

- Convertir a Francia en el centro de Europa, rodeada de una constelación de estados vasallos, alidados o dependientes. Asi ocurrió con el establecimiento en diversos tronos de familiares del emperador: José Bonaparte fue nombrado rey de Nápoles y posteriormente de España, Luciano Bonaparte lo fue de Holanda y Jerónimo de Westfalia. También el propio emparador se casó, en 1810, con la hija del nuevo emperador de Austria,  como forma de acercarse al cetro imperial y justificar su nombramiento. En previsión de futuro estaba la búsqueda de un heredero y la hegemonía en Europa.
El Sacro Imperio fue sustituído por la Confederación del Rhin y la aparición del Imperio Austriaco.

En este proceso extedió las ideas revolucionarias contenidas en las constituciones francesas y en el Código Civil, pero tuvo como gran enemigo a Gran Bretaña.  Éste último con la unión de Irlanda tras el acta de 1800 formó el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda.

Aunque llegaron a formarse siete coaliciones internacionales anti-napoleónicas. Los fracasos navales, la imposibilidad de invadir la isla, la resistencia española y la derrota en Rusia fueron parte de las causas de la derrota de Napoleón.


MAPA DE 1815

El Congreso de Viena (1814-1815) tuvo que establecer el nuevo marco de las relaciones internacionales y resolver los problemas originados por las guerras napoleónicas. Entre ellos estaría la búsqueda de un candidato al trono francés (el regreso de los Borbones, el hijo de Napoleón, siendo regente el antiguo emeperador...), las reclamaciones territoriales y sobre todo un nuevo mapa.

Los regímenes políticos de este mapa fueron los estados absolutistas (Rusia, Austria...), las monarquías limitadas con cartas otorgadas (Francia con la Restauración de Luis XVIII y la Carta Otorgada) y el sistema liberal (Gran Bretaña).


El Imperio austríaco se convirtió en la gran potencia centroeuropea y formó un bloque central con la anexión de Iliria, Lombardia y el Veneto en el norte de Italia y territorios en la zona alemana.
El Reino de Prusia obtuvo la Pomerania sueca, parte de Sajonia, zonas de Renania, el Rhur y la orilla izquierda del Rhin.
Ambos teinos formaban parte de la Confederación Germánica, simplificada a 39 estados, de los que destacaban un imperio y cinco grandes reinos (Prusia, Baviera, Sajonia, Wurttemberg y Hannover), aunque alguno de ellos tuviera territorios fuera de sus límites o ciertos enclaves pertenecieran a potencias extranjeras.


El Imperio Ruso se anexionó finlandia, dos tercios de Polonia y la protección del Ducado de Varsovia, Besarabia (actual Moldavia).

Gran Bretaña era la potencia atlántica de Europa occidental. Su interés está en lograr el equilibrio continental y el control de pequeños enclaves sobre los que dominar las grandes rutas marítimas. Obtuvo el control de Hannover, que junto con las islas Heligoland les permitía dominar el mar del Norte; el control de Malta y las Islas Jónicas le aseguraban el Mediterráneo; el Cabo y Ceilán en la ruta de la India; además reforzó el contros sobre las pequeñas Antillas.

Francia, fue derrotada y recortada a las fronteras de 1790. Fue rodeada de una serie de estados tapones que evitaran futuras expansiones: el reino de los Paises Bajos (uniendo artificialmente las Provincias Unidas y Bélgica), el engrandecimiento de Prusia hacia el Rhin y la propia Confederación Germánica, y la creación del reino de Piamonte-Cerdeña.

http://cronologia.leonardo.it/it1815.jpg

Italia mantuvo la división pero se marcaron unas lineas de fuerza: el engrandecimiento de la dinastía Saboya, el fortalecimiento de la  presencia austriaca en el norte y la posición del Papado. Serían los tres ejes sobre los que gravitaría la futura unificación.

 
PARA SABER MÁS

Sobre las guerras de la revolución:
http://www.artehistoria.jcyl.es/historia/contextos/2439.htm

Sobre las guerras napoleónicas:
http://remilitari.com/cronolog/napoleon/napoleon.htm

Sobre el congreso de Viena y la Europa de la Restauración:
http://www.portalplanetasedna.com.ar/congreso_viena.htm


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