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viernes, 6 de mayo de 2011

PROPAGANDA Y EXPRESIÓN DEL FASCISMO: LA MANIPULACIÓN DE LA MASA

En la explicación y profundización sobre los fascismos hemos hablado sobre la importancia de la imagen, la teatralidad, la manipulación de las masas y la efectividad de la propaganda. En ocasiones hemos visto como discursos de frases hechas o lemas sin ningún tipo de fundamente podían convertirse en auténticos motores de movilización de masas. En este sentido recordamos expresiones como "nuestro país, unidad de destino en los universal". Oído o leído sin más no produce ningún tipo de motivación. Sin embargo en un contexto de adhesión incondicional, de éxtasis hiperexaltatoria, de catarsis revolucionaria o de aclamación acrítica se convierte en una auténtica mecha explosiva que mueve a cualquiera. En los siguientes vídeos se nos presentan los dos protagonistas del fascismo y analizamos el sentido de la propaganda y los actos de masas. Para otro momento dejaremos otro tipo de expresiones populares (quemas de libros, acciones violentas...)

En otros momentos el juego de las manos, el cuerpo o la expresividad de los rostros acompaña al discurso hasta lograr la máxima efusividad por parte de la masa, que se mueve como un todo, que actúa sin reflexionar. En este caso no hace falta tener profundos argumentos ni ser demasiado persuasivo. La masa sabe de antemano el contenido. No le importa lo que va a oír, sino casi adorar con el líder al que se exalta hasta convertirlo en un elemento de veneración. Un ejemplo podría ser este discurso del líder del fascismo italiano, el "Duce" Benito Mussolini: 


En otras ocasiones el discurso debe ser manipulado y para ello los efectos teatrales deben ser mayores. Los movimientos de las manos, el cuerpo, el rostro e incluso el discurso igualándose al nivel de los oyentes surten el efecto deseado. En este caso se produce una auténtica "comunión" entre emisor y receptores. El oyente se siente como hipnotizado por una arrebatadora personalidad, por un discurso que le hace soñar con la salida de su desesperada situación, con una esperanza en el futuro que se basa en un pasado manipulado. El siguiente discurso del "Furher" Adolfo Hitler podría servirnos de ejemplo:


Ahora, comparemos ambos vídeos con el discurso final de Hynkel en "El gran Dictador" de1940. Con un esquema similar a lo expuesto anteriormente pero con un texto basado en la esperanza positiva, la justicia, la solidaridad y la igualdad consigue el mismo efecto. Después de verlo podéis leer el texto, quizá uno de los mejores guiones escritos en la historia del cine:



Lo siento pero yo no quiero ser un Emperador. No es lo mío – no quiero gobernar o conquistar a alguien. Me gustaría ayudar a todos- si fuera posible -: a los judíos, los gentiles, a los negros, a los blancos. Todos queremos ayudarnos mutuamente. Los seres humanos somos así. Queremos vivir para la felicidad y no para miserias ajenas. No queremos odiarnos y despreciarnos mutuamente. En este mundo hay espacio para todos. Y la tierra es rica y puede proveernos a todos.
El camino de la vida puede ser libre y bello; pero hemos equivocado el camino. La avaricia ha envenenado las almas de los hombres, ha levantado en el mundo barricadas de odio; nos ha llevado el paso de oca hacia la miseria y la matanza. Hemos aumentado la velocidad. Pero nos hemos encerrado nosotros mismos dentro de ella. La maquinaria, que nos proporciona abundancia, que nos ha dejado en la indigencia. Nuestra ciencia nos ha hecho cínicos; nuestra inteligencia, nos duros y faltos de sentimientos. Pensamos demasiado y sentimos demasiado poco. Más que la maquinaria, necesitamos humanidad; más que inteligencia, necesitamos la bondad y la suavidad. Sin estas cualidades, la vida será violenta y todo se perderá.
El avión y la radio nos han aproximado más. La verdadera naturaleza de estos adelantos clama por la bondad en el hombre, clama por la fraternidad universal, para la unidad de todos nosotros. Incluso ahora, mi voz está llegando a millones de seres de todo el mundo, a millones de hombres, mujeres y niños desesperados, víctimas de un sistema que tortura a los hombres y encarcela a las personas inocentes. A todos los que pueden oírme, les digo: “No se desesperéis”.
La desgracia que nos ha caído encima no es más que el paso de la avaricia, la amargura de los hombres que temen el camino del progreso humano. El odio de los hombres pasará, y los dictadores morirán, y el poder que arrebataron al pueblo volverá al pueblo. Y mientras los hombres ahora mueren, la libertad no perecerá jamás.
!Soldado! ¡ No os entreguéis a esos bestias, que os desprecian, que os esclavizan, que gobiernan vuestras vidas, y te dicen lo que hay que hacer, lo que hay que pensar y lo que hay que sentir! Que os obligan a hacer la instrucción, que osa tienen a media ración, que os tratan como a ganado y os utilizan como carne de cañón.! No os entreguéis a esos hombres desnaturalizados, a esos hombres- máquinas, con inteligencia y corazones de máquina ¡ Vosotros no sois máquina¡ ¡Sois hombres!. Con el amor de la humanidad en vuestros corazones. ¡ No odiéis¡ Sólo aquellos que no son amados odian, los que no son amados y los desnaturalizados.
¡ Soldados! ¡No luchéis por la esclavitud! ¡Luchen por la libertad! En el Capítulo Diecisiete de San Lucas está escrito que en el Reino de Dios se halla el del hombre, ¡ no un hombre o de un grupo de hombres, sino de todos los hombres! ¡En vosotros! Vosotros, el pueblo tenéis el poder, el poder para crear máquinas ¡ El poder para crear felicidad!. Vosotros, el pueblo tenéis el poder de hacer que esta vida sea libre y bella, de hacer de esta vida una maravillosa aventura. Por tanto, en nombre de la democracia, empleemos ese poder, unámonos todos. Luchemos por un mundo nuevo, por un mundo digno, que dará a los hombres la posibilidad para trabajar, que dará a la juventud un futuro, y a los hombres una vejez y seguridad.
Prometiéndoos todo esto, las bestias que han subido al poder ¡Pero ellos mienten! No han cumplido esa promesa ¡No la cumplirán!. Los dictadores se dan la libertad a sí mismos, pero esclavizan al pueblo. Ahora unámonos para liberar al mundo, para terminar con las barreras nacionales, para terminar con la codicia, el odio y con la intolerancia. Luchemos por un mundo de la razón, un mundo en que la ciencia y el progreso lleven a la felicidad de todos nosotros. ¡Soldados! ¡En el nombre de la democracia, unámonos!
Hannah, ¿puedes oírme? ¡Dónde quiera que estés, alza los ojos! ¡Mira, Hannah! ¡ Las nubes han desaparecido! ¡ El sol se está abriendo paso a través de ellas! ¡Estamos saliendo de la oscuridad y penetrando en la luz! ¡Estamos entrando en un mundo nuevo, un nuevo mundo amable, donde los hombres se elevarán sobre su avaricia, su odio y brutalidad! ¡Mira, Hannah! ¡ Han dado alas al alma del hombre y, por fin empieza a volar! ¡ Vuela hacia el arco iris, hacia la luz de la esperanza! ¡Alza los ojos, Hannah! ¡Alza los ojos!

En el siguiente enlace tenemos un interesante análisis de la película que nos puede servir para el  trabajo en clase:


Teodoro Fernández

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